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El martes, estudiantes universitarios enmascarados y disfrazados de ministros de la Suprema Corte de Justicia tomaron turnos 🫦 para romper una piñata negra con un palo en el edificio del Senado de México. La piñata, cubierta con la 🫦 palabra "justicia", estaba llena de dinero falso, una representación para ilustrar la supuesta corrupción que azota al poder judicial del 🫦 país.

Layla Manilla, una estudiante de política de 21 años, dijo que la elección de jueces y magistrados mediante 🫦 voto popular implicaría una "democratización de uno de los poderes más importantes de nuestro país".

Manilla es una de 🫦 los miles de mexicanos que salieron a las calles para manifestar su apoyo o su oposición a la polémica propuesta 🫦 de ley impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y sus aliados. La propuesta, que fue aprobada por un 🫦 estrecho margen en el Senado el miércoles, pasará el nombramiento de los integrantes del poder judicial a un sistema donde 🫦 los votantes eligen a los jueces y hay menos requisitos para ejercer el cargo.

En entrevistas con The New 🫦 York Times, los mexicanos expresaron diversas preocupaciones y aspiraciones sobre la medida. A algunos les preocupaba el fin de la 🫦 independencia judicial, mientras que otros celebraron la oportunidad de votar a los responsables de impartir justicia. Muchos más se mostraron 🫦 indiferentes a la iniciativa, sin saber exactamente qué esperar del cambio.

Unos 7000 jueces perderían su trabajo, desde la presidenta de la 🫦 Suprema Corte de Justicia hasta los jueces locales, y los mexicanos podrían empezar a votar a partir del año que 🫦 viene.

La medida aún tiene que ser aprobada por la mayoría de las legislaturas estatales, pero se espera que 🫦 pase fácilmente, ya que el partido gobernante Morena y sus aliados tienen la mayoría en los congresos estatales.

Sin 🫦 embargo, en el estado de Yucatán, un grupo de manifestantes irrumpió el miércoles en el congreso local, donde Morena y 🫦 sus aliados tienen la mayoría. Los manifestantes lograron aplazar la votación y aprobaron el proyecto unas horas más tarde. Los 🫦 detractores de las medidas también protestaron en otros estados e intentaron irrumpir en los edificios del Congreso, con el resultado 🫦 de algunos heridos.

La insistencia del presidente para aprobar las medidas ha mantenido en vilo a los mercados financieros, 🫦 marcados por una caída de aproximadamente 15 por ciento desde principios de junio.

El gobierno argumenta que la medida 🫦 es crucial para modernizar el sistema judicial, erradicar la corrupción y restaurar la confianza en un sistema empañado por la 🫦 corrupción, el nepotismo y el tráfico de influencias.

Sin embargo, los críticos se oponen al proyecto, alegando que no 🫦 abordaría eficazmente la corrupción, sino que reforzaría la agenda política nacionalista de López Obrador.

José Luis Cázares Gayosso, un 🫦 empleado federal de 55 años, dijo que temía que votar por jueces acabara dando al partido gobernante del país el 🫦 control del sistema judicial.

Encuestas encargadas por el partido Morena indican que alrededor del 80 por ciento de los 🫦 encuestados cree que es necesario reformar el sistema judicial, aunque otras encuestas han encontrado que más del 50 por ciento 🫦 de los encuestados no sabe lo que implica la propuesta.

Laura Álvarez, de 38 años, gerente de un restaurante 🫦 en Monterrey, en el noroeste de México, dijo que la elección de un juez podría mejorar la confianza pública. Sin 🫦 embargo, cree que la propuesta judicial necesita más explicaciones por parte de los políticos.

Independientemente de sus diferencias en 🫦 el plan, muchos mexicanos coincidieron en gran medida en que hace tiempo es necesario librar al sistema de lo que 🫦 dijeron son privilegios, nepotismo y corrupción.