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Un hombre de Colorado comparte su trágica historia: "Mi accidente me enseñó que soy más que mis manos o mi ❤️ trabajo"

En 2010, trabajaba en Colorado en una de las profesiones más peligrosas del mundo. Como liniero, mi trabajo consistía en ❤️ mantener y reparar líneas eléctricas. Conocía los riesgos y ya había sido testigo de ellos cuando mi hermano, quien trabajaba ❤️ en el mismo campo, perdió su brazo derecho en 2008. Ese mismo accidente también le costó la vida a un ❤️ colega. Comencé a cuestionarme si era una carrera en la que debía seguir. Después del 13 de diciembre de 2010, ❤️ las cosas cambiaron para mi.

Ese día, me encontraba parado sobre una plataforma, trabajando en una línea eléctrica. Estaba recortando un ❤️ cable a la medida y quería arrojar los sobrantes al suelo. Mi colega se encontraba abajo y no quería golpearlo ❤️ en la cabeza, así que me di vuelta para arrojar la pieza en otra dirección. La línea eléctrica arriba estaba ❤️ protegida por una funda aislante de plástico, estaba siendo muy cuidadoso, pero en esa fracción de segundo el cable tocó ❤️ una parte que no estaba cubierta. Entonces, 14.400 voltios recorrieron mi cuerpo. Todo se oscureció.

Desperté confundido, escuchando el zumbido de ❤️ las cuchillas de un helicóptero, sin saber qué había sucedido. Sentía como si estuviera en un sueño. Entonces sentí manos ❤️ firmes sobre mis hombros y me di cuenta de que estaba acostado, sujeto a una tabla, rodeado de paramédicos. "¿Por ❤️ qué mis manos arden?" fue todo lo que pude preguntar. El helicóptero estaba transportándome al hospital, pero estaba demasiado desconcertado ❤️ para entender lo que estaba sucediendo y me desmayé nuevamente.

Un nuevo comienzo

Mi accidente me ha enseñado que soy mucho más ❤️ que mis manos, o mi trabajo.

Desperté en el hospital al día siguiente y no sentía mis manos. Después de tres ❤️ días, aprendí que la circulación sanguínea en mis manos se había detenido por completo debido a quemaduras graves y estaban ❤️ infectadas. Los médicos me dijeron que había un riesgo de que la infección se propagara a otras partes de mi ❤️ cuerpo si mantenía mis manos. Quería vivir, así que no había otra opción: mis manos, y partes de mi brazo ❤️ seis pulgadas desde el codo, fueron removidas. Pasé un mes en el hospital para recuperarme, luego fui trasladado a otro ❤️ hospital para rehabilitación durante un mes.

Me sentí realmente anestesiado durante toda mi estancia en el hospital. El hecho de que ❤️ soy un amputado doble es bastante poco común: no muchos terapeutas ocupacionales han trabajado con personas como yo y tuvimos ❤️ que seguir buscando cosas en línea.

Fue solo cuando se acercaba la fecha de mi alta, cuando tuve un sueño en ❤️ el que necesitaba encender un interruptor de luz, que me golpeó. Ese día, cuando asistí a la fisioterapia, el terapeuta ❤️ notó que me veía pálido y me preguntó si necesitaba la ayuda de un psicólogo. Fue la primera vez que ❤️ pude hablar con alguien sobre lo que sentía. Me sentí tan solo, como si fuera la única persona en el ❤️ mundo que no tenía manos. Me di cuenta de que nunca podría volver a la vida como la conocía. Mi ❤️ familia estaba devastada. Mi hermano lo llevó particularmente mal porque se sentía como si fuera su culpa de que yo ❤️ hubiera ingresado al mismo campo que él.

Mi primera semana en casa en Salt Lake City fue increíblemente ❤️ difícil. Me sentí realmente deprimido y solo quería dormir. Todo lo que podía pensar era: ¿cómo voy a hacer esto? ❤️ Luego me di cuenta de que otras personas en la misma situación probablemente necesitaban ayuda también. No había mucho allí ❤️ para nosotros. Comencé a hacer videos en YouTube bajo el nombre de The No-Handed Bandit, mostrando técnicas que había descubierto ❤️ por mi cuenta que facilitan mi vida. Pregunté a mi hermana si podía filmarme mientras abría una botella de detergente ❤️ y seguí desde allí. Desde entonces, les he mostrado a las personas cómo atarse los cordones de los zapatos, cómo ❤️ limpiarse el trasero, cómo usar computadoras y pantallas táctiles. Realmente ha ayudado con mi recuperación, ya que me motiva a ❤️ levantarme y hacer cosas, y he creado más de 100 videos.

Ahora trabajo en un aviario cerca de mi hogar, ayudando ❤️ al centro a conectarse con comunidades desfavorecidas. Disfruto pasar tiempo con mi familia y juego baloncesto tres veces por semana. ❤️ Significa mucho cuando recibo mensajes de otras personas que me dicen cómo les he ayudado. Usaba mis manos mucho para ❤️ el trabajo y mi identidad se construyó alrededor de lo que hacía con ellas. Mi accidente me ha enseñado que ❤️ soy mucho más que mis manos, o mi trabajo. Si pudiera volver en el tiempo, le diría a mí mismo ❤️ que el camino será difícil, pero tienes todas las herramientas para superarlo y, al final, el futuro es maravilloso. Hoy ❤️ en día, me siento increíblemente bendecido de estar vivo.

Como se relata a Elizabeth McCafferty

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