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No hay descanso para los beduinos en el desierto del Néguev: cinco veces en dos semanas han tenido que levantar 🧾 una y otra vez sus hogares provisionales

Bajo el implacable calor del desierto del Néguev, Tayaeer Abu Asda ha vuelto a 🧾 levantar, por quinta vez en dos semanas, una improvisada tienda de campaña que servirá de hogar temporal para su esposa 🧾 y sus cinco hijos durante al menos los próximos tres días. Abu Asda, de 38 años y conductor de camiones, 🧾 es uno de un grupo de beduinos que ahora suman 500 y que llevan décadas viviendo en Wadi al-Khalil, un 🧾 pueblo al este de Be'er Sheva, a unos 12 millas (20 km) de Gaza.

A principios de mayo, las autoridades israelíes 🧾 demolieron 350 estructuras en la comunidad, 47 de ellas viviendas, dejando a cientos de niños sin hogar. A la sombra 🧾 del conflicto en Gaza, el gobierno describió esta acción como "un importante movimiento de soberanía y gobernanza".

Para proporcionar un refugio 🧾 a sus familias, los beduinos erigen tiendas de campaña improvisadas. Sin embargo, cada tres días las fuerzas israelíes llegan con 🧾 un amplio despliegue policial, desmontan los hogares temporales, arrancan los árboles que ofrecían sombra y amenazan con arrestos.

Imágenes de la 🧾 vida en Wadi al-Khalil

"En 🧾 Wadi al-Khalil, los israelíes hacen lo que han estado haciendo durante décadas en Cisjordania", dice Jabr Abu Aasa, de 55 🧾 años, padre de nueve y abuelo de 15. "Lo hacen sin ofrecernos ninguna alternativa. Estamos desesperados. Luchamos por acceder al 🧾 agua. Nuestros hijos sufren el calor durante el día y el frío por la noche. No lo merecemos. Hemos estado 🧾 buscando una solución durante años, esperando una resolución justa, pero el estado ha obstaculizado todas nuestras opciones."

Las autoridades consideran que 🧾 las viviendas construidas en Wadi al-Khalil son ilegales, y los activistas de los derechos humanos afirman que en el pasado 🧾 el estado ha utilizado el estatus "no reconocido" de los beduinos para privar a estas aldeas de derechos y servicios 🧾 básicos y justificar las confiscaciones. Las aldeas carecen de la mayoría de los servicios básicos, como la recogida de basura 🧾 y el acceso al agua.

Las autoridades han planeado desde hace tiempo demoler el pueblo para ampliar la sección más meridional 🧾 de la autopista 6, pero las obras de ampliación se interrumpieron debido a la falta de fondos.

El ministro de seguridad nacional de extrema derecha, 🧾 Itamar Ben-Gvir, ha apoyado y abogado abiertamente por la demolición de hogares palestinos, tanto dentro de Israel como en el 🧾 territorio palestino ocupado. Hace más de un año, compartió