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Por décadas, granjeros en todo Estados Unidos han sido alentados por el gobierno federal a extender el lodo de las 🍊 aguas residuales municipales en millones de acres de tierras de cultivo como abono. Era rico en nutrientes y ayudaba a 🍊 mantener el lodo fuera de los vertederos.

Pero un creciente cuerpo de investigaciones muestra que este lodo negro, hecho del desecho 🍊 que fluye de hogares y fábricas, puede contener concentraciones altas de químicos que se sospecha aumentan el riesgo de ciertos 🍊 tipos de cáncer y causan defectos de nacimiento y retrasos en el desarrollo en los niños.

Conocidos como "forever chemicals" debido 🍊 a su duración, estos contaminantes tóxicos ahora se están detectando, a veces en niveles altos, en tierras de cultivo en 🍊 todo el país, incluidos Texas, Maine, Michigan, Nueva York y Tennessee. En algunos casos, los químicos se sospecha que enferman 🍊 o matan al ganado y aparecen en los productos agrícolas. Los granjeros comienzan a temer por su propia salud.

La escala 🍊 nacional de la contaminación de las tierras de cultivo por estos químicos - que se utilizan en todo, desde bolsas 🍊 de palomitas de maíz hasta equipos de extinción de incendios, sartenes antiadherentes y alfombras resistentes a las manchas - solo 🍊 ahora está comenzando a quedar clara. Ahora hay demandas contra los proveedores de abono, así como contra la Agencia de 🍊 Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), alegando que la agencia no regularon los químicos, conocidos como PFAS.